Descubrimos que éramos una soledad acompañada.
Lo mismo ocurrió con los balcones invisibles de la ciencia, en donde circuló el conocimiento que hizo posible que tuviéramos vacunas y medicamentos en un tiempo récord. El veloz intercambio de información en el mundo científico fue una especie de acelerador de ideas que abrió nuevos horizontes. Ese impulso no se debe perder. Con ese propósito, el Centro de Estudios Mexicanos UNAM-España, Fundación Casa de México en España, y Fundación Ramón Areces, con la colaboración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), a través de su Coordinación de la Investigación Científica y su Coordinación de Difusión Cultural UNAM, abren un espacio anual para el Encuentro de Científicos Mexicanos y Españoles.