María Izquierdo
(México, 1902 – México, 1955)
María Izquierdo es una de las artistas más importantes de México. Reinterpretó las tradiciones mexicanas y apartó su obra del discurso nacionalista predominante en los años que siguieron a la Revolución mexicana. Contrajo matrimonio cuando solo tenía catorce años. A los veinticinco, era ya divorciada, madre de tres hijos. En 1928 ingresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Quince meses después realizó su primera exposición individual en la Galería de Arte Moderno en la Ciudad de México. Su influencia más profunda en esa época fue Rufino Tamayo, con quien sostuvo una relación intelectual y afectiva. Izquierdo y Tamayo compartieron estudio y paleta, y trabajaron estilos muy semejantes de 1929 a 1933. En otoño de 1930 María presentó su primera muestra individual y se convirtió en la primera mujer mexicana en exponer su obra fuera de México. Participó en ese mismo año en la gran exposición Mexican Arts en el Metropolitan Museum of Art.
Izquierdo entró a la órbita surrealista cuando en 1936 Antonin Artaud visitó México, quien declaró: “Incuestionablemente María Izquierdo está en comunicación con las verdaderas fuerzas del alma india”. Artaud organizó una exposición de la obra de Izquierdo en París en 1937.
En 1945 recibió la comisión de un fresco para la escalera del Palacio de Gobierno del Distrito Federal, en el Zócalo de la Ciudad de México, pero poco tiempo después el proyecto fue cancelado por un complot de los muralistas Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Se dice que argumentaron que ella no tenía experiencia para pintar murales y, en otras versiones, que una mujer no sería capaz de sacar adelante el proyecto. María declaró a la prensa: “En México, es un delito ser mujer y tener talento”.
En 1948 sufrió una hemiplejia que le paralizó el lado derecho del cuerpo, imposibilitándole pintar por varios años. En 1950 reinició su producción artística, enfocada, principalmente, en paisajes desolados y en escenarios oníricos combinados con naturalezas muertas.