Fundación Casa de México en España presenta la exposición Frida Kahlo: alas para volar, que muestra una selección de 31 obras originales y 91 fotografías de la artista mexicana más conocida del mundo en la que es su primera exposición monográfica en Madrid desde hace casi 40 años.
La muestra explora el contexto biográfico y la parte íntima de la artista, pero se centra principalmente en la compleja producción artística de Kahlo. Las obras de Frida exploran temas universales como el dolor, la muerte, la reivindicación de la mujer, la violencia de género, las relaciones de pareja, la maternidad, el cuerpo humano, la naturaleza, la herencia prehispánica y lo mexicano.
Una de las obras incluidas en la exposición es Sol y vida (1947) donde, en palabras de Josefina García Hernández (directora de colecciones y servicios educativos del Museo Dolores Olmedo), se muestra una de las grandes preocupaciones artísticas de Frida: la dualidad entre la vida y la muerte.
Kahlo dibuja unas peculiares plantas con las que consigue mezclar la fertilidad de la mujer y la fertilidad de la tierra. En algunas de ellas puede verse incluso cómo los espermatozoides fecundan los óvulos para dar lugar a nuevas plantas.
Sin embargo, las plantas lloran porque saben que nunca podrán llegar a dar vida. Funcionan así como símbolo del propio dolor de la artista, a quien el hecho de no poder tener hijos le supuso un gran sufrimiento. Por eso el sol que da título a la obra también llora, porque sabe que esa necesidad de crear vida nunca se verá satisfecha.